RONALDINHO, ESE PROYECTO DE FUTBOLISTA

No es novedoso ni mucho menos que Ronaldinho fue en su día el mejor jugador del mundo y cayó al abismo. Tanto talento desperdiciado. En su día me atreví a decir que sería el mejor jugador de la historia. Levantó a un Barcelona que llevaba años en horas bajas, devolvió la ilusión a los culés, le dio una Liga de Campeones, puso en evidencia a la defensa del Madrid en el clásico, el Bernabéu le aplaudió y de un día para otro Ronnie cae en picado. Su imagen se desvirtúa, sus salidas nocturnas le pasan factura, pierde la forma física, la gente ya no está con él y el brasileño se va a Milán en busca de un cambio que no le daría de nuevo la gloria. Dunga le dijo que se olvidara de la 'Canarinha', que ya no tenía sitio en la selección. Pasó de ser referencia a no ser ni tan siquiera uno más. Berlusconi lo llevó a Milán para darle una segunda oportunidad, lo presentó como lo que ya no era. Después de jugar andando en el Calcio, esta temporada Ronnie vuelve a sonreir. No volverá a ser el mismo ni mucho menos. Pero se ven reflejos de ese magnífico futbolista que un día enamoró al mundo. Volvió a la selección, el nuevo míster de la amarilla confía en él. Contra Argentina jugó y dejó destellos de su clase. Su calidad no la olvida. A balón parado es letal y sus pases siguen siendo magníficos. Siempre me quedaré con la incógnita de qué le pasó a Ronaldinho. Michael Robinson dio algunas pistas en su 'Informe Robinson', por cierto gran programa, pero siempre nos quedaremos con la duda de saber que hubiera pasado con Ronnie si no se hubiera desviado.