La dupla goleadora Aduriz-Soldado está funcionando este año. Además, con el campeón del mundo Mata enchufado y Joaquín en una segunda juventud los madridistas no lo van a tener ni mucho menos fácil para derrotar a los che. El fútbol como la vida va por rachas. A Mourinho la semana se le ha puesto muy negra desde el lunes por la noche y no quiere que el final sea también malo para sus pupilos.
La inseguridad es mala compañera de viaje, de eso no hay duda y el míster portugués es muy consciente de ello. Quiere que los fantasmas desaparezcan cuanto antes. De ganarlo todo a que te metan cinco va un mundo y además, de la manera que sucedió y ante el eterno rival. La figura del entrenador portugués, de momento, no se tambalea, pero cuidado que al Bernabéu no se le 'torea' fácilmente y la afición es exigente. Por ahora, tiene crédito, pero si llegan las derrotas quizás las 'mourinhadas' dejen de caer simpáticas en la capital de España.
El portugués reconoció la victoria culé aunque no el baño que recibió y su más que difícil digestión de todo lo sucedido. La mejor forma de cambiar el ánimo de la hinchada es una buena imagen ante un grande de España como es el Valencia. Los platos quedaron muy rotos, a ver quien se encarga de pagarlos. La fiera aguarda a la presa.
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